jueves, 7 de junio de 2012

LOS RITOS DEL ALTIPLANO BOLIVIANO Y LA PRODUCCIÓN ECOLÓGICA

LOS RITOS DEL ALTIPLANO BOLIVIANO Y LA PRODUCCIÓN ECOLÓGICA

Las melodías de una zampoña y las carcajadas de 17 personas se funden mientras los agricultores de Chillcani, comunidad del Municipio Caracollo, observan a un cordero corriendo en los pastizales de una colina empinada. Es mediados de noviembre de 2011 y los agricultores han retrasado por dos semanas la siembra de papa y cebolla; sin embargo, por unos minutos todos parecen despreocupados por el retraso mientras observan atentamente a una joven campesina tratando de atrapar el animal que será parte de la ofrenda para la Pachamama. Tras al menos un cuarto de hora, los comunarios atrapan al cordero y lo llevan junto a otro para atarlos y degollarlos dando inicio a uno rito considerado como práctica ecológica. Las prácticas ecológicas son hoy la catapulta para una soberanía alimentaria boliviana y es por esto que el retomo de este tipo de ritos es de suma importancia para la instituciones y organizaciones que apoyan el recobro de las mismas.

El agricultor con más edad recoge la sangre que brota del cuello de los cordero. Lanza la sangre por los alrededores de la parcela elegida para realizar el rito mientras pide a  la Virgen María y a la Pachamama (Madre Tierra) una buena producción. El terreno es de Eleuteria Gonzales de Moroco, dirigente de los Productores de Quinua, Cañahua y Haba Orgánica Integral (PROQUICHOI), quien intenta recobrar y promocionar las costumbres de sus abuelos en su organización y comunidad. Eleuteria cree que para tener éxito en la producción el agricultor debe realizar estos ritos con los cuales, dice, se cuida el medio ambiente y la salud de los consumidores.

El sincretismo religioso es característico de Bolivia desde la llegada de los evangelizadores y en el altiplano queda manifiesto a través de los rituales. Tanto  la vestimenta como las plegarias y los  agradecimientos de ciertos productores se basan por la creencia en Dios y en la Pachamama.  Es así que en el rito de siembra en Chillcani se pide una buena producción tanto a la Virgen como a la Madre Tierra. Se ofrece una C’halla al sacrificar a los animales y se le agradece a Dios por el apthapi (comida que comparten) en el cierre del rito.  En cuanto a la vestimenta todos los partícipes del rito vistieron ropa nueva y aguayos de tantos colores como el arcoiris. Todos dejan la ropa casual por la tradicional, “¡¿Y por qué en nuevos aguayos?, en nuevos aguayos porque se terminan apenas para la siembra, el producto tiene que ser como nuestra vestimenta, lindo, de color deseable!”, exclama Eleuteria. Cuatro personas además llevaban rosarios alrededor del cuello como símbolo de su devoción a Dios.

En este tipo de ritos el papel de la mujer y el papel del hombre son también factores importantes para los partícipes. En Chillcani las mujeres ponen la semilla y hacen cocer la papa, el chuño y la oca para el almuerzo; los varones, en cambio, ponen el abono orgánico, dirigen a las yuntas (animales de trabajo), cocinan el animal ofrendado,  y destinan el trabajo de las mujeres en el rito en todo momento. “El hombre más anciano es la persona que dirige el rito en la mayoría de los casos, pero a veces cuando el rito lo hace una familia sin hombres la mujer con mayor edad es la elegida” María Quispe, comunaria de Sillota Belén. Alrededor de la 2 de la tarde Marcelino Moroco, esposo de Eleuteria Gonzales, les pide a todos los campesinos que se acerquen a las brasas dónde se cocinan los corderos ofrendados. Se ha terminado de sembrar la semilla de papa en la parcela de los Moroco y antes de pasar a otra parcela en la que se sembrará cebolla todos se sientan en círculo alrededor de los pellejos de los animales ofrendados y se alimentan de un apthapi.

Dado que la soberanía alimentaria del país está en proceso, el Programa Conjunto “Integración de productores andinos indígenas a nuevas cadenas de valor nacionales y mundiales” encabezado por la Organización de las NacionesUnidas por la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Consejo Nacional de Producción Ecológica (CNAPE) trata de que se recuperen estas costumbres mediante la capacitación de los agricultores para que conozcan el mercado ecológico incipiente al que pueden ingresar. En La Paz, Santa Cruz y Cochabamba, crece la demanda de productos porque la gente los adquiere principalmente por salud. “Se está haciendo una recapitulación de todos los ritos y una base de datos de todos estos conocimientos ancestrales” dice Jesus Apaza. Agricultores ecológicos tienen fe en este mercado: “Veo que las posibilidades de los mercados ecológicos son grandes, siempre me preguntan cómo está hecho el producto”, comenta Melitón Alcalá.

Productores ecológicos destacados hoy en día están tratando de que más gente se una a la producción ecológica. “Más antes ya estábamos perdiendo la agricultura, no hacíamos ni ritos, agarrábamos y sembrábamos como sea (…) yo ahora invito a todos a que produzcan sano”, Eleuteria Gonzales; “Propongo que todos aprendamos a hacer humus (abono de lombriz), que utilicemos Sulfocal y Biol (preparados para el control biológico)”, Melitón Alcalá; “Yo los invito a q se conviertan en productores ecológicos para cuidar nuestra salud, no solamente de nosotros sino también del pueblo”, Julio Helguero.

Sumado a estas iniciativas el apoyo de consultores y coordinadores a la implementación de talleres para la recuperación de estas costumbres muestran un horizonte muy prometedor. “Yo he visto muchos aspectos y muchas situaciones por la cual se ha dejado de seguir estas costumbres y rituales. Una son la migraciones, ha llegado a migrar toda la familia, o los hijos y solo quedan los papas, los papas han ido falleciendo y los hijos no han podido rescatar las costumbres porque no les han transmitido, el Programa en el que estoy trabajando está tratando de recuperarlas”, Jesús Apaza; “Sería bueno que la gente creyera, algunas prácticas ayudan mucho”, Ricardo Torrez; “Se han dejado de hacer ritos pero se están intentando recobrar con talleres”, Wilfredo Silvestre, consultor de AOPEB.

Todas las personas pueden apoyar al cuidado del medio ambiente, la nutrición y el desarrollo sostenible de Bolivia si apoyan la producción ecológica desde su papel como consumidor. Actualmente los niños que reciben desayuno escolar y las personas que compran sus productos en supermercados específicamente ecológicos son los únicos beneficiarios por los alimentos procesados en base a productos ecológicos. Con el Sistema de Producción Garantizada (SPG) todos los bolivianos podrán  adquirir productos ecológicos traídos directamente de las parcelas de los agricultores ecológicos o alimentos ecológicos procesados certificados. El SPG es un mecanismo por el que los pequeños productores garantizan la calidad de su producción como ecológica o en transición y acceden al sello de "Producto en Transición" o "Producto Ecológico" con el cual la población podrá diferenciar y optar por la compra de un producto responsable con el medio ambiente y la salud.

                                                    Cecilia Brigitte Delgado Villanueva

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